La Fiscalía de Barcelona ha pedido de 37 a 39 años de cárcel para una docena de neonazis que irrumpieron en la sala Stroika de Manresa para agredir a varios jóvenes antifascistas durante un concierto el 23 de marzo de 2012, según el escrito.
El ataque lo llevaron a cabo por "escarmiento y en venganza" hacia un grupo de antifascistas. Estos habían atacado anteriormente a varios neonazis el 12 de octubre del año anterior cuando celebraban un concierto de grupos de extremos derecha en el local Other Place del barrio barcelonés de Poblenou, según el relato de los hechos del fiscal.
Se armaron con barras de hierro, puños americanos y bengalas, y con una estética militar propia de estos grupos irrumpieron en la sala y agredieron a varios jóvenes, provocando a uno de los presentes una lesión que "sin tratamiento urgente le habría provocado la muerte".
Tras cinco minutos de hostilidades, el líder de la banda, Javier C., dirigió la salida para abandonar el lugar a gran velocidad, con la finalidad de evitar ser descubiertos.
El fiscal les acusa de los delitos de asociación ilícita (en calidad de dirigente para el cabecilla y de miembro para el resto), de asesinato con alevosía en grado de tentativa, de lesiones con instrumento peligroso, de daños, de desórdenes públicos y de tenencia ilícita de armas.
Estas personas presuntamente integraron entre 2011 y marzo de 2012 una banda criminal de ideología nacional socialista cuyo objetivo era difundir este pensamiento mediante el uso de la violencia.
Varios de ellos eran o habían sido militantes de los partidos políticos Movimiento Social Republicano, Alianza por la Unidad Nacional y Plataforma per Catalunya y algunos estaban integrados también en grupos radicales de hooligans de fútbol como los Cusos, una sección de los Ultra Sur en Catalunya o las Brigadas Blanquiazules.
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