martes, 7 de junio de 2011

CiU entrega la alcaldía de Badalona al discurso xenófobo de García Albiol


El PP podrá usar Badalona, la tercera ciudad de Cataluña, como campo de pruebas para ensayar su discurso xenófobo. Xavier García Albiol, vencedor el 22-M tras una campaña muy dura contra la inmigración, será el alcalde tras el paso atrás de Convergència i Unió (CiU), que tenía la llave de la gobernabilidad en la ciudad. Los nacionalistas han decidido no pactar con los socialistas, lo que significa entregar la alcaldía a Albiol, al que ha ordenado investigar la Audiencia de Barcelona por difundir panfletos xenófobos.
La ejecutiva de CiU, tras un intenso debate, confirmó el apoyo a Albiol apostando por respetar la lista más votada en toda Cataluña. "Nadie mejor que CiU para hacer bandera de este principio", enfatizó Oriol Pujol, secretario general adjunto de Convergència. El partido ha girado 180 grados en dos semanas, pues el 23 de mayo la formación aseguraba que no era necesario apoyar la lista más votada en cada municipio.
Pero la situación de CiU en Cataluña ha obligado al partido a tomar esta decisión, que desbloquea la alcaldía de Badalona. El PP declaró irrenunciable esa ciudad: si CiU repetía un pacto a tres con Partit dels Socialistes (PSC) e Iniciativa para aislar a García Albiol (la única suma posible para hacer frente al ganador), el PP cerraba las puertas a cualquier otro acuerdo. Un precio muy caro a pagar por CiU, que depende de la formación que en Cataluña dirige Alicia Sánchez-Camacho para gobernar en municipios importantes como Mataró o Reus y, sobre todo, para hacerse con el poder en la poderosa Diputación de Barcelona. No menos importante es la situación de CiU en el Parlamento catalán: necesita al PP para sacar adelante los Presupuestos de 2011, pendientes todavía de aprobación.
El rechazo frontal de CiU a la xenofobia se ha modulado tras los resultados del 22-M. En Badalona permite que García Albiol sea alcalde, y en El Vendrell (Tarragona), planea apoyarse en el discurso racista de Plataforma per Catalunya para arrebatar la alcaldía al PSC, que fue la fuerza más votada en los comicios.
CiU respetará a los socialistas en Tarragona. La dirección de la federación ha impuesto a la candidata en la ciudad que facilite la investidura del actual alcalde, el socialista Josep Félix Ballesteros, y se olvide de pactar con el PP para arrebatarle la alcaldía al PSC. Tras los resultados del 22-M, CiU no quiere quitarle a los socialistas una de las pocas alcaldías importantes que le quedan tras la pérdida de Barcelona.
La investidura en la capital catalana, sin embargo, se retrasará hasta el 1 de julio. El PP, que en las pasadas elecciones obtuvo ocho concejales, presentó ayer un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que valide 57 votos que le faltan para obtener un edil más, en detrimento del decimoquinto concejal de CiU. La decisión no cambiaría las mayorías en el consistorio barcelonés.
La semana pasada, el PP ya había solicitado a la Junta Electoral Central la revisión de 113 votos que el partido consideraba válidos pero que fueron rechazados por tener marcas o no estar en sus sobres. La junta le dio la razón en algunos casos, pero no fueron suficientes. Según la Ley Electoral, la simple presentación del recurso bloquea la constitución del Ayuntamiento. Todos los partidos de Barcelona, excepto ERC, reconocieron el derecho del PP a recurrir, aunque CiU consideró que "retarda la acción del nuevo gobierno" municipal.
Diario "El País" - 07/06/2011

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